La contaminación está por todos lados
(I)
por Santiago Zaz
La
contaminación, consecuencia de las actividades del hombre en relación con el
medioambiente, está presente en todos los ámbitos. La sufrimos directamente en la
producción de la comida que a diario consumimos, pero también está presente en
las relaciones humanas de producción. Desde nuestra humilde iniciativa de
apoyar una economía justa, nos aseguramos que no comercializamos el fruto del
trabajo esclavo, infantil ni en condiciones insalubres e inhumanas de
producción. Enarbolar estas consignas podrá parecer desconextualizado o
maximalista, pero proviene de la realidad diaria: la base de la agricultura que
abastece a nuestros comercios vecinos no se pregunta de donde proviene lo que
vende. Y de donde proviene y como esta cultivado es algo que deberíamos
preguntarnos, tan naturalmente como satisfacemos nuestras necesidades
alimenticias.
Los modos tradicionales de producción de al verdura, se
basan en una institución llamada "medianería". Qué es la medianería,
podríamos preguntar cualquiera de nosotros, consumidores acostumbrados a
ver solo la cara del verdulero que nos pesa y embolsa el paquete de acelga.
Para los periodistas de El Radar, una
pequeña página de nosticias policiales de Florencio Varela, “los
medianeros cobran por lo que cosechan, es por eso que recogen las verduras
todos los integrantes de la familia, padre, madre y niños, a mas verdura
recolectada mayor paga, A PESAR DE ELLO EL PROMEDIO DE SUELDO MENSUAL NO SUPERA
LOS $1500 POR GRUPO FAMILIAR”; “Todos sabemos que hay condiciones de esclavitud
en la quintas donde argentinos, bolivianos y de otras nacionalidades se ven
afectados por estos abusos. Es de conocimiento público la explotación laboral,
y Florencio Varela no está ajeno a ello.” “(Los medianeros) …Viven en el
predio, al entrevistar a uno, nos contó: “Hace 6 meses que vinimos con mi
familia, nos ayudo a venir el dueño porque es paisano, trabajamos todos, nos da
una casilla donde vivimos, los chicos ayudan…” es muy difícil hablar con ellos,
tienen miedo y desconfían… muy cerca esta Brian de apenas 4 años juntando
tomates cherry.”
Realidades dificiles de soportar, si nos ponemos a
analizarlas, pero fáciles de ser ignoradas, por costumbre, comodidad o
desinterés; y que son padecidas por miles de personas a tan solo media hora de
Capital Federal. Por esto, desde Tierra Buena, decimos no a la contaminación
social, tan dura como la medioambiental, y les agradecemos por comprarnos,
porque cada persona que no vaya a una verdulería, será un factor menos que
alimente el circuito del trabajo esclavo.
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