La Feria de Monte grande: un lugar para inspirarse y replicar

Seguimos firmes en la Feria de Montegrande: aprovechando el viaje, integramos a dos instituciones vecinas, de Florencio Varela, para que vengan a vender, una de señoras diabéticas que hacen cremas con hierbas, con el apoyo de la universidad de la Plata, y otro el Taller Protegido Manos Especiales, de chicos con capacidades distintas, que hacen unos juguetes didácticos de la hostia, bolsas de polietileno, y manteles bordados.

Para todos es una experiencia mas que gratificante, ya que pueden vender sus productos,y relacionarse con otros productores, a quienes invitarán a participar de las ferias q se hagan en su lugar, y que a la vez los invitarán a ellos.
Además, en estos días participamos de un almuerzo que organizó la asociación de feriantes. Se hizo en Puente verde (Centro de formación y producción frutihortícola para jóvenes en stuación de desventaja; www.puenteverde.org.ar , y allí hubo baile, encuentro, pollos camperos asados, lechón, vino casero y mucha buena onda. Incluso los chicos nos mostraron las instalaciones donde hacen las plantas que venden en la feria. Fue un lindo medidía campero.

La venta para los pequeños productores

Hola amigos. Me gustaría poder tratar este tema con mas detenimiento y analisis, pero de todas maneras es algo que veo y vengo pensando desde hace mucho: La venta para el productor familiar, el pequeño, el que tiene otros costos y mas trabajo, mucho mas que el productor grande o el acopiador, un mayorista de la verdura. Y, si, tiene un costo superior, casi tan caro como... el precio que cobra una verduleria. Dije casi porque no llega a tanto. Y tiene a favor que el producto viene seguro en paquetes mas grandes, y mas cuidados. Y con el agregado de que no contiene ningún agroquímico y tiene por necesidad que ser del día, porque no entra en un circuito de conservación por cámara de frío (no tenemos frigoríficos en la huerta, ja).


Bueno, entre idas y vueltas, hemos encontrado una posibilidad; la venta directa en una feria de la localidad de Monte Grande. Aqui las cosas estan organizadas, exisitiendo una articulación entre los productores familiares, quienes pueden armar su puestito y vender sus productos, y el municipio, que los apoya (o por lo menos no los molesta) . Y lo que se logra es fabuloso. La gente viene, elige sus verduras, sus conservas, sus pollito o conejos o arbolitos o plantines, charla con quienes lo hacen, se hacen conocidos, se citan para el viernes que viene. Y el productor obtiene el precio que le corresponde a su trabajo, a la aplicación de los conocimientos y la cultura de los huerteros, de los que mantuvieron por décadas una raza de gallinas, del trabajo de los chicos especiales de Puente Verde que luchan por mantener la estrucutra de su organización de taller protegido mantenido por sus propias manos en la tierra.


Y fuimos el viernes pasado a Monte Grande, iremos siempre que tengamos verduras apra ofrecer, huevos, lombricompuesto. Y volveremos contentos porque encontramos un lugar, organizado por la gente , para solucionar sus propios problemas.


Santiago Zaz.-